Ego sum qui sum

domingo, abril 23, 2006

Match Point


Anoche, mientras otra lluvia de primavera caía, me sentí gratificado por haber optado en ver la última producción de Woody Allen, “Match Point”.

“Match Point”es un drama que versa sobre la ambición, la suerte, la capacidad humana de sobreponernos a nuestras culpas, la seducción que ejerce la riqueza y la—muchas veces—desacorde relación entre el amor y la pasión.

La película muestra como la vida de Chris Wilton—un ex-tenista profesional al cual la vida le ha enseñado que las cosas nunca salen como él espera—cambia de la noche a la mañana cuando se hace amigo de Tom Hewett (un rico heredero de una familia de la alta clase Inglesa) y termina casándose con su hermana, Chloe.

No es difícil suponer que Chris debería de haberse conformado con esa felicidad ya que por esa relación se le abren las puertas al éxito y dinero que siempre había soñado tener y nunca había podido. Sin embargo, lejos de disfrutar su nuevo status, se deja dominar por la terrible atracción que siente por Nola, la patidifusamente sensual novia de Tom. La atracción se convierte en obsesión y una cosa lleva a la otra. La vida de Chris se encuentra en una encrucijada y debe tomar una decisión. Todo depende de si la vida vuelve a jugarle una mala pasada; si la suerte le es esquiva una vez más.

Lo que más me gusto del film es que muestra a la suerte como parte importante de los acontecimientos de nuestras vidas, desestabilizando la idea de que somos nosotros los que tenemos el control de lo que nos pasa. El hecho de que la película no termina mostrando el “final feliz” al cual nos ha acostumbrado Hollywood sino que, por el contrario, nos muestra que la felicidad de algunos solo puede ser alimentada por la injusticia del mundo; la manera tan casual de mostrar la participación del nihilismo en nuestras vidas y el hecho de cómo pretendemos expiar nuestras culpas dando la vuelta a la pagina filosóficamente (‘El no haber nacido podría ser la mas grande bendición de todas’) hacen que esta película sea una de aquellas que transmite—según mi punto de vista—lo que es la vida día a día.