¡Ah, el café!
Resulta que una taza de café —y me refiero al brebaje negro y CON cafeína—puede resultar mejor para el corazón que el tan publicitado (en este nuevo siglo) café descafeinado.
Eso si, lo anterior se comprueba como cierto siempre y cuando se cumplan dos requisitos: (1) que el límite sea de dos tazas diarias; (2) que no seas obeso.
De acuerdo a un reciente estudio presentado por la Asociación Americana del Corazón (American Heart Association), el café negro descafeinado eleva los niveles de ácidos grasos, lo cual puede conllevar a una mayor incidencia de colesterol LDL (“malo”) en casi un 15%. Al mismo tiempo, los niveles de colesterol HDL (“bueno”) bajan en un 30% por la ingesta de café descafeinado.
¿Para pensarlo, cierto?
Nota:
LDL = Low-density lipoprotein cholesterol
HDL = High-density lipoprotein cholesterol
Eso si, lo anterior se comprueba como cierto siempre y cuando se cumplan dos requisitos: (1) que el límite sea de dos tazas diarias; (2) que no seas obeso.
De acuerdo a un reciente estudio presentado por la Asociación Americana del Corazón (American Heart Association), el café negro descafeinado eleva los niveles de ácidos grasos, lo cual puede conllevar a una mayor incidencia de
¿Para pensarlo, cierto?
Nota:
LDL = Low-density lipoprotein cholesterol
HDL = High-density lipoprotein cholesterol

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